viernes, 8 de febrero de 2008

A quien corresponda


Yo era una rata feliz y sin preocupaciones, que llegaba todos los días llena de animus laborandi (esta bien, no todos pero si la mayoría) a sentarme amenamente en mi lugarcito por al menos 8 horas. Contestaba los correos del trabajo, los personales, escribía intentos de posts, sacaba los pendientes diarios y, por supuesto, me daba mi tiempo de ocio en la “interné”. Todo era perfecto hasta que la tecnología nos alcanzó; ahora hasta la página de Cinepolis está bloqueada. Pero esto no es lo peor, sino que tras varios intentos por entrar a “sitios prohibidos” me dí cuenta que de todas las página útiles e inútiles que bloquearon, el hi5 fue inmune a dicha operación. Es aquí donde me surgió una duda que no me dejó dormir anoche: ¿Qué clase de enfermo mental piensa que, en cuestiones de ocio, la gente pasa más tiempo viendo la cartelera que chismeando en el hi5?

Dados los acontecimientos anteriores decidí revelarme. He organizado una marcha masiva (3 compañeros y yo), por todo el piso (los 4 metros de pasillo que hay camino a los elevadores) con vacas, gallinas y hasta pericos (imágenes impresas sacadas de google) y para hacerlo más extremo, hemos decidido quemar una mazorca (recortada de la cajitas de maizoro) a la entrada de la oficina del gerente de Recursos Humanos (bueno, los elevadores no dan a su oficina, pero seguro se enterará). Todo esto con el fin de defender nuestros derechos de tiempo libre, ¿Qué se supone que haremos 8 horas encerrados en esta oficina?

Ahora repitan conmigo: ¡No somos reos, somos ingenieros!, ¡No somos condenados, somos licenciados! ¡Que reviva la interné, el msn y el mail!

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