Corre rata, corre.

Nunca me ha interesado adentrarme en los mundos del atletismo, hacer ejercicio siempre me ha parecido una tortura y digamos que las únicas veces que corrí en mi vida, fueron producto de alguna de las siguientes razones:

•  Mi mamá me perseguía con una chancla en la mano
•  El transporte de la escuela estaba a punto de dejarme
• Estaba persiguiendo al carrito de los helados/papas/tamaleso todas las anteriores (aunque usted, no lo crea).  

El chiste, es que siempre le he huido a eso del ejercicio. Incluso, en la secundaria, me las arreglaba para no entrar a clase de Educación Física y ocupar ese tiempo en broncear mis esculturales piernas de popote,  mientras me recostaba en las gradas de la cancha de fútbol rápido (era TAN cínica, que llevaba lentes oscuros y bronceador en la mochila, pa’ cuando se ofreciera).  

A lo largo de mi vida, muchas personas trataron de convencerme de mover mi hermoso puerco, digo cuerpo, argumentando que me iba a sentir mejor.  Pasé por todo tipo de actividades: Spinning, Zumba, Taebo, Step,  Jazz, Hip-Hop, Hawaiano, Danza Árabe, Danza contemporánea, Tocho Bandera, Repujado y Macramé (*retoma el aire*). Las odié todas.  No había argumento que me convenciera de cambiar de opinión, el deporte no era lo mío. Ora que si alguien aceptaba perseguir al carrito de los esquites, cuenta como deporte, estaba dispuesta a negociarlo.

Hace un año, exactamente, pasaba todas (TODAS, todititas) las noches en vela, dándole vuelta a mis problemas una y otra vez. Definitivo, necesitaba una actividad que ayudara a calmar mi mente, aunque fuera  por un rato. Intenté varias cosas, algunas funcionaron un poquito y otras no pero con certeza,  puedo decirles que  comer alitas de Hooters no alivia los problemas, PEEEEERO ¡Qué buenas son! *babea*.

En fin, con la única intención de olvidar todo por un rato, un buen día, sin presión de nadie, me puse unos tenis y salí a correr. Y ¿Qué creen?, ¡Funcionó! Mientras corría a paso de viejita con artritis, lo único que pasaba por mi mente  era “¿En qué pinche momento se acaba esta tortura?”.  Quizá no era el pensamiento más zen y positivo, pero qué más daba si después de meses, logré conciliar el sueño. Pasaron los días y de ser el momento de tortura, se convirtió en el momento más esperado del día, en mi espacio, en mi refugio.

No voy a mentir y decirles que lo practicaba religiosamente, de lunes a viernes, pero sí cada que tenía oportunidad de escaparme. Con el tiempo, le agarré tanto gusto que hice lo que nunca creí posible, comencé a inscribirme a carreras de 5km y ahora hasta voy por una de 10.

Para mí, las carreras tienen muchas similitudes con la vida, acá les dejo algunas de mis conclusiones:

• No importa si corres o caminas, de cualquier forma vas a llegar a la meta, entonces aprende a disfrutar el camino.
• Cuando estás cansado, se vale hacer pausas y bajar el ritmo para recobrar el aliento y recuperar la fuerza para seguir con todo.
• Siempre llega un momento en el que quieres rendirte, pero si miras adelante, la meta está muy cerca y es justo cuando debes correr con todas las fuerzas.
• Siempre va a haber personas más veloces y personas más lentas, ¡No te compares!, Tú llevas tu propio ritmo.
• No mires atrás. Mira hacia adelante para saber a dónde vas pero no pierdas de vista el terreno que estás pisando, es importante para esquivar los obstáculos que puedan presentarse.
• Cuando decides enfrentar el reto de la carrera, los resultados pueden sorprenderte. Casi siempre, somos mejores de lo que pensamos.
• Concéntrate, esta carrera es tuya y de nadie más.
• Prepárate. Si te caes, levántate. Si quieres rendirte, motívate para seguir. Si los resultados no fueron los esperados, no tires todo por la borda, entrena más y mejor y fíjate un nuevo reto.
• No tienes por qué hacerlo solo, corre con la gente que amas. 

Estúpido y sensual alcohol

Papá siempre me dijo que tenía que aprender a tomar para que ningún “muchachito aprovechado”, quisiera ponerme borracha para pasarse “de listo” conmigo y que mucho menos, quería verme llegar borracha a la casa. Las siguientes frases etílicas (salidas de mi tierna boquita), demuestran claramente que nunca aprendí las enseñanzas de mi padre (están viendo que la niña tiene potencial y le dan cuerda):

• “Láaaamelo” (le decía tranquilamente a una de mis amigas …ejem, le gritaba, refiriéndome al vodka derramado en un lavamanos, ¡No sean mal pensados!),
• “Poli, estoy ciega” (le decía con angustia a un policía, jurando que las barras libres de mala muerte, me habían hecho perder la vista).
• “¿Esto es Coca Light?” (Preguntándole a otro borracho, mientras sostenía un vaso lleno de tequila mezclado con jarrito de tamarindo, asumiendo que ”aquella bebida” era Torres con Coca Cola)
• “¿Dónde están mis zapatos?” (mientras los traía en la mano…..esperen, esa no fui yo jajaja)
• “No te preocupes, tengo buenos reflejos” (le comenté a mi copilota, mientras manejaba ”hábilmente” por la ciudad).
• “Estás bien feo” (comentario a un desconocido que, por cierto, me pago la cuenta… Bien oportuna yo!)

Papá, la idea no era enseñarme a tomar mientras me dabas interminables cátedras sobres los efectos negativos del alcohol, bastaba con que me advirtieras que, además de las TERRIBLES crudas, uno puede toparse con las siguientes –nada agradables- situaciones:

• Encontrar vouchers firmados por grandes cantidades de dinero en tu cartera, mientras tienes vagos recuerdos de tu ser borracho gritando “¡Yo pago!”.
• Levantar con asco vasos con contenidos desagradables y después enterarte que no solo fue tu creación, si no que lo bebiste en repetidas ocasiones.
• Encontrar registro de las llamadas o mensajes que mandaste a tu ex cuando, en tu mentecita alcoholizada, creíste que SEGURITO él moría de ganas por saber de ti a las 3 de la mañana.
• Encontrarte moretones varios en el cuerpo y al preguntar a tus amigos de dónde salieron, te contesten con algo como: “Es mejor que permanezcas en las penumbras de tu ignorancia”.
• Mirar las fotos de la noche anterior y darte cuenta que no te acuerdas de la mitad de la fiesta y para colmo, cada vez encuentras imágenes más folclóricas como: “Las borrachas que conociste en la fila del baño y tú, posando como si se conocieran de toda la vida”, “Tu amiga y tú, posando con birretes en la cabeza” (si, BI-RRE-TES!!!), “Tú, posando en pleno centro histórico, con un burrito de peluche y un sombrero de mariachi”.
• Despertar con las rodillas sucias cual carbonero y cuando le comentas a uno de tus amigos - mira, tengo las rodillas sucias, ¿por qué será?, éste pone cara de ¡¿NEEEETA?! Y te responde con todo y tonadita - Dr. Psiquiatra, haciendo referencia a la coreografía que ni tus amigas ni tú, pueden resistir al escuchar los berridos de La Trevi.
• Tener flashazos de algunos momentos que, por salud mental, te niegas a pensar que realmente sucedieron, tales como: “Tus amigos y tú, organizando una fila de conga en el antro con otros borrachos, los meseros y los cadeneros”, “Tu amiga y tú, aplaudiéndole a un feo para que bailara la pelusa”, “Tú, desde el carro, gritándole a un sexoservidor travesti”

Así pues, a fin de evitarles pasar por tan amenos momentos, les dejo unos pequeños consejos que espero les sirvan en sus vidas etílicas:

• No te pongas una borrachera monumental el 9 de mayo, es altamente probable que te agarre un alcoholímetro y tengas que rogarle al poli que te deje ir, argumentando lo triste que se pondrá tu “madrecita” cuando la felicites por teléfono desde el torito.
• SI llevas toda la noche tomando tu bebida favorita y una que otra perla negra, evita a toda costa acercarte a la botella de tequila, no “vaiga siendo” que se te ocurra tomarte un caballito de tequila con todos y cada uno de tus invitados.
• Bajo ningún motivo, compres un mezclador que se salga de lo convencional, créeme, no quieres despertar sabiendo que tomaste Jarrito de Tamarindo con Tequila!!!
• Nunca pero NUNCA, te alcoholices un día antes de tener una junta vecinal, pues al día siguiente, mientras escuchas las quejas de las vecinas chismosas, te sentirás en el mismísimo infierno.
• No importa qué tan “reales” parezcan tus problemas, si te encuentras en estado inconveniente, decirle a un poli que estás ciega, NUNCA será la solución.
• Se naturalmente ridículo en todas las fotos que tomes durante la fiesta, así puede que cuando llegue ese momento en donde el alcohol corre feliz por tus venas, no se note tanto la diferencia entre sobrio y ahogado, aunque puede que las chapitas traicioneras te delaten (o el birrete en tu cabeza, las recién-adquiridas-amistades, tu paso del escarabajo moribundo, tu paso del penacho, tu perfecta imitación de “La Tesorito”, etc).
• Y por último, pero no menos importante, el famosísimo “Si toma, no maneje” y una de sus variantes más significativas, “Si toma, no llame a su ex”.

Nene, nene, nene, ¿qué vas a ser cuando seas grande?

Hace 20 años (¡qué fuerte suena eso!), cuando estaba en la primaria, nos dejaron de tarea hacer una presentación de lo que queríamos ser de grandes;. Recuerdo perfecto las profesiones más populares entre las niñas de mi clase, todas, absolutamente TODAS, querían ser maestras, modelos o actrices. Yo, como siempre fui rara (y muy ñoña, ¿pa’ que negarlo?), tenía el sueño de ser arqueóloga, paleontóloga ó aeromoza (si, aeromoza). Entre mis grandes anhelos se encontraban descubrir una sección secreta en la ruinas de Palenque o Monte Albán, encontrar el primer esqueleto de un Tiranosaurio Rex y viajar por todo el mundo (obvio con glamour).

Unos añitos después (cuestión de un par de décadas), ya soy grande (dicen) y no soy ni arqueóloga, ni paleontóloga, ni azafata; soy Licenciada en Mercadotecnia, trabajo para un gran corporativo, sigo siendo ñoña y sigo teniendo un guilty pleasure por las culturas antiguas y la historia. ¿Cómo fue que olvidé mis “metas profesionales” de la infancia? Sencillo, tuve 3 razones de peso:

1. La arqueología no es lo mío

Tengo pésima memoria, la clase de historia siempre fue mi “coco” y cuando en la prepa todos sufrían por pasar materias complejas como “Calor y Electromagnetismo” o “Cálculo Integral”, yo pasaba noches enteras intentando recordar los datos importantes de la clase de “Estructuras Socioeconómicas de México”.

Confundo fechas, nombres y épocas. En mis exámenes se podían encontrar aberraciones como: Emiliano Carranza y Venustiano Zapata; cuando me preguntaron quién escribió el Himno Nacional, contesté Jaime González “labios negros” y Francisco Muñón. Alguna vez pensé que Miguel Hidalgo y Costilla eran 3 personas distintas y nunca (NUNCA) distinguí los héroes de la revolución de los de la independencia.

Si lo mencionado en el párrafo anterior no parecen razones contundentes de mi mala memoria, entonces deben saber que suelo olvidar fechas importantes, no me sé ningún teléfono de memoria (para eso está el celular), difícilmente me acuerdo de lo que hice ayer, alguna vez olvidé mi propio cumpleaños y aunque me avergüenza decirlo, en una ocasión olvidé mi nombre (¿ven como tengo severas lagunas mentales?).

2. La paleontología no es lo mío

Después de 4 películas de Jurassic Park , la dinomanía derivada de éstas, mi odio al calor , mi nula paciencia y obvio mi mala memoria, me hicieron desistir de andar por el mundo buscando huesos de animales enterrados en la arena. Siendo honesta, también era pésima en biología, para mi “Esternón, Rótula y Peroné” son nombres propios de esos que aparecen en el calendario.

3. Las alturas no son lo mío

¿Conocen la palabra vértigo? Pues justo eso sentía cuando me asomaba por el ventanal de mi casa (vivía en un primer piso).

De la otra altura, pues nunca crecí lo suficiente, a duras penas ando rayando el 1.60 y después de pensarlo detenidamente, ya no me parece tan glamoroso eso de andar viajando en tacones, con un uniforme feo y una pañoletita de poliéster con estampado psicodélico amarrada al cuello, sirviendo refrescos y preguntando a todos los pasajeros –¿pollo o carne de res?


Hoy, a mis 26 otoños, es claro que nunca seré lo que quería ser “de grande”, pero de alguna manera hay cosas por las que uno nunca pierde el gusto:

•Arqueología:
•No descubrí secciones secretas de Monte Albán, pero he conocido rincones recónditos de la ciudad gracias a mi habilidad para perderme y dar vueltas en círculos durante horas.
•Por años, he estudiado la cultura y costumbres de los cavernícolas con los que me he topado desde que me inicié en las artes del Dating. Fue tal mi pasión por el estudio, que me casé con el Rey de los cavernícolas.

•Paleontología:
•Nunca he visto un esqueleto de Dinosaurio pero para compensarlo me hice fans de Selena y los Dinos
•Soy devota de la cultura del Dino: Di-no al calcetín con chancla, Di-no a los tubos y la pañoleta, Di-no a los pantalones a la cadera y la lonja desparramada

•Los viajes
•Descubrí que no se necesita ser aeromoza para viajar por el mundo, basta con trabajar, acumular vacaciones y ahorrar un poco de dinero, así que he viajado mucho, sin glamour , sin pañoletita amarrada del cuello y sin la estatura requerida y lo más importante, durante mis viajes no tengo que preguntarle a nadie - ¿pollo o carne de res? Aunque he de confesar que cada que me subo a un avión me dan ganas de pararme y participar en la señalización de las salidas de emergencia, ya saben, “las salidas de emergencia se encuentran adelante, a los lados y atrás” con todo y movimiento de brazos.

Mi top 5 de películas de Terror (por aquello del Jalogüin)

Si eres una de esas personas a quienes la edad ya ha alcanzado (como yo) y este año te quedarás encerradito en tu casa en vez de andar luciendo tu más creativo disfraz en una fiesta (yo me disfrazo todo el año, es justo y necesario que me guarde en estas fechas), te dejo una lista de mis películas de terror favoritas para que apliques con orgullo el modo bulto en compañía de tus seres queridos (tus seres queridos bien pueden ser la almohada y la cobijita de franela).

1.Están entre nosotros

Las secuencias de terror son inesperadas y muy buenas, aquí no aplica el “siempre pasa algo cuando empieza la musiquita estresante”. Definitivamente una de las películas que más me ha gustado (y asustado creo) o tal vez solo fue el factor de verla un domingo a las 11pm habiendo 3 personas más en la sala de cine, pero ustedes juzguen.

2.El exorcista (la primera, las otras son patéticas)

Un clásico que si no has visto, bien vale la pena rentarla este fin de semana. Quizá los efectos te parezcan anticuados pero en su época fue todo un hit. La trama es interesante y la actuación de la niña poseída es LA ONDA. Mi abuelita es la culpable de que esta película me guste tanto, solía contarme las reacciones que tenía la gente cuando en los 70s estuvo en cartelera, desde gente que vomitaba hasta “poseídos”.

3.Eso

La película que traumó a muchos niños ochenteros (como a mi). ¿Qué puede ser peor que un payaso asesino con peluca roja y dientes afilados que vive en las cloacas? Un clásico de Stephen King que no debes perderte. El causante de mi trauma fue mi primo, quién hizo toda una odisea para rentarla, pues en ese entonces era clasificación “C” y nosotros apenas éramos unos mocos; nos hizo esperar a que dieran las 12 de la noche y no pusimos la película hasta que todas las luces de la casa quedaron apagadas. Está de más decir que no pegamos el ojo en toda la noche, pero no podíamos decir nada porque nos iban a regañar y para colmo nadie se quería levantar de la cama para apagar la tele y pasamos horas apreciando la “estática” hasta que alguien agarró valor (¿dónde rayos estaba el control remoto?)

4.El aro

Algunos la aman, otros la odian, lo cierto es que cuando salió en cartelera logró quitarle el sueño a más de uno. La secuencia de imágenes sin sentido que pasan en “el cortometraje de la muerte” te deja en shock aunque en sí ninguna imagen da miedo, supongo que se debe al factor incertidumbre. Salí del cine y dije que estaba muy mala y que en sí no sabía porque tanto alboroto con esa película; al día siguiente desperté sentada en la orilla de mi cama y cuando abrí los ojos lo primero que vi fue el reflejo de mi cara somnolienta en la pantalla de la tele (eso incluía el cabello desarreglado) y acto seguido, comenzó a sonar el teléfono, juraba que todo era una pesadilla pero contesté y del otro lado del teléfono escuché un “mijita, pásame a tu mamá” Si, en efecto estaba despierta y no había llamada de la muerte, sólo era mi abuelita quien suele hablar a altas horas de la madrugada (las 9 de la mañana en sábado es una hora inhábil).


5.Cigarette Burns

De la colección de “Masters of Horror”, es una película que no dura más de una hora pero está en otro nivel de rareza, créanme. La renté en un sábado de ocio, yo estaba buscando “Suspiria” de Dario Argento pero el tipito de BlockBuster me recomendó esa película, me dijo que el era fan de las películas de terror y que sin duda Cigarette Burns era una de las mejores películas que había salido en esa colección. El resultado: quedé traumada con el ángel sin alas y la frase “I made my own movie”.


Ahora tienes 5 buenas opciones para asustarte el fin de semana, lo bueno es que esas películas siempre son buen pretexto para estar acurrucado con el/la novi@. Si te animas a ver alguna, no olvides contarnos tu experiencia jalogüinesca.

Si las películas de terror no son lo tuyo y prefieres cosas más Light como los thrillers, espera la lista de mañana.

¿Porqué no soy una niña normal?

Dalis es un personaje un tanto particular, tiene una manera nada común de demostrar su afecto y genera lo que algunos denominan como: humor involuntario. Cada vez que me pregunto: ¿Porqué no soy una niña normal? Pienso en Dalis y encuentro la respuesta, dado que este personaje dice ser mi madre.

Sería imposible poder describir todas, y cada una de las anécdotas que se han acumulado en los últimos 26 años (y si a la falta de espacio sumamos mi pésima memoria…), pero tengo la necesidad de abrir un espacio para contar algunas de estas (es por salud mental, lo juro!!!)

Para poder entender a Dalis se necesitan algunos antecedentes:

*Tiene una obsesión con la comida saludable y el ejercicio

*Maneja la computadora mejor que muchas personas que conozco, sin embargo siempre que su computadora es mas “lenta” de lo normal (osea no hace las cosas tan rápido como mi mamá las quiere), JURA que tiene un virus mortal y casi la mete en una bolsa de plástico llena de Real Clean, seguido por una llamada de SOS a mi persona (temo que un día llame al 060).

*Real Clean: Es el equivalente para mi mama del Windex de “Casarse esta en Griego”, y jura que soluciona todos los problemas: desde una mancha de grasa, hasta un dolor de estomago.

*No concibe un mundo sin: trapeadores, chanclas, dietas y linaza.

*El celular no se invento para hablar, sino para mandar mensajes (según ella)

De dietas y cadenas

Cuando sales a comer con Dalis no pierde la oportunidad de recordarte cuantas calorías estas ingresando, a tu de por si nada agraciado puerco o cuerpo, según el humor.

Aplica frases sutiles como:

*Dalis: ¿Están buenos los tacos?

*Rata de Pueblo: Si, muy buenos… voy a pedir otros dos.

*Dalis: Ok, pero ¿si sabes cuantas calorías tiene esa tortilla que te estas llevando a la boca?

Han de entender que es una manera “maravillosa” de quitarle el sabor a la comida, es por esto que cuando me mudé pensé en lo hermoso que sería comer sin presiones… pero no considere la relación de mi mamá con la computadora…

Mi mamá satura mi correo con cadenas que hablan del daño que te hace comer grasa, como debes identificar un infarto, cuantas calorías tienen los productos light, la relación entre el shampoo y el cáncer… eso si, los disfraza con una que otra cadena de fotos “espectaculares”. Todos me dirían “¿Porqué no los ignoras?”… Fácil, Dalis casi te hace examen de lectura de comprensión y ademas te pide que la ayudes a hacer investigación profunda de cada caso.

Hoy, sumando las cadenas de mi mamá ya no puedo comer nada mas que toronjas (porque hasta las lechugas tienen bichos que pueden matarte), no puedo bañarme porque el shampoo causa cáncer, y cada vez que hay un “apagón a favor del medio ambiente” y cometo el error de estar con ella, me hace estar a oscuras durante varios minutos muriendo de aburrimiento (no se porque relaciona la oscuridad con el silencio jajaja)… ah si, también fui con ella a la ultima marcha de “Iluminemos México”.

A ultimas fechas esto ha empeorado, porque ahora mis tías también saben usar internet, mi mamá les dio mi email y me envían el mismo correo 4 veces (si, cada una me lo reenvía… no sea que no lo alcance a ver)…

Este es solo el primer post de una serie que trata de explicar la compleja naturaleza de mi madre, pero si quiero aclarar que no importa lo molesta que suene… mi mamá es la persona mas divertida que conozco, y aun con todas esas manías y extrañas expresiones de cariño, se que me quiere y yo la extraño.

Servicio a la Comunidad

Hace unos días mantuve una platica constructiva con un grupo de amigas, en el cual recordábamos todos aquellos “grandiosos detalles” que algunos admiradores, novios, exnovios, amigos, amigovios, personas indeseables y demás miembros de la especie masculina nos habían dado en nuestra corta vida amorosa. Lo sorprendente fue descubrir que todas teníamos un punto en común: muchos de esos detallitos, lejos de gusto nos ocasionaron horror… lo peor, jamás se los hicimos saber.

Después de analizarlo decidí hacer un “Servicio a la Comunidad” y compartirles lo que NO deben hacer, de paso les ahorramos unos cuantos pesos en estas épocas de crisis (sin mencionar el beneficio para todas las mujeres que aun no pasan por estas situaciones vergonzosas.

Nota: Algunas de las experiencias que se detallaran a continuación son ajenas, y han sido mencionadas por ocasionar conmoción colectiva.

1. Enviar o Regalar Flores siempre será un lindo detalle, pero puede ser un caos:

a. Cualquier arreglo que pareciera salido de una funeraria (Con claveles, Crisantemos y que sea imposible acomodarlo en una mesa dado su nada discreto tamaño).
i. Consejo: Carguen en su cartera un listón morado, pónganlo encima del arreglo y si les dan ganas de llorar, solo aléjense lentamente y salgan del lugar.
ii. Nota Mental: No importa lo que diga el encargado, el arreglo es espantoso con o sin crisantemos.

b. Por mas original que sea, un arreglo de flores en forma de Osos, perros, niños haciendo pipí o similares, es de PÉSIMO GUSTO.
i. Consejo: Ten a la mano un par de fotos con la imagen de una trajinera y/o altar de muertos y compárala, si se parecen (aunque sea un poquito) ahórrate el gasto.
ii. Nota Mental: Si no tienes ojos azules, mides 1.90 y hablas francés, adquirir la “ultima tendencia en París” no aplica. El encargado QUIERE VENDER!!!

c. Si van a mandar el arreglo a la oficina omitan el “Telegrama Cantado”, “La Botarga que Baila” y pueden ahorrarse el poema/mensaje indiscreto en la tarjeta.


2. Reglas acerca de los peluches (si tienes arriba de 20 años no creo que sea buena idea regalarlos, pero si aun así insistes…)

a. Los muñecos de peluche que sean mas grandes que una persona de estatura promedio no son aceptables.

b. Los peluches deben ser suavecitos, discretos y tener los ojos alineados.

3. Arte:

a. ¿Tienes tres libros publicados?, ¿Ganaste el premio nobel de literatura?…¿No?!!!. Entonces no escribas poemas!!! Ahora, si los escribes: no me lo declames!!!... Y si lo declamas, pls pls que no sea en público.

b. Si cada que sugieres “sutilmente” que quieres ir a un karaoke todos súbitamente tienen una agenda apretada o por mayoría de votos cambian el plan (aun cuando se trata de tu cumpleaños), enfrentalo: no cantas, por lo tanto no me grabes discos con tu “armoniosa” voz (ahora que si sumamos tus habilidades poéticas del punto a… sin comentarios)

4. ESCUCHEN!!!… (Lean esta palabra cuantas veces sean necesarias)

a. Si te digo que estoy a dieta, no me regales chocolates.

b. Si te digo que me siento gorda, una playera que ostente XL en la etiqueta no es buena idea.

c. Si soy alérgica al pescado, la cena romántica en el Sushi puede terminar en el hospital.

d. Si odio las rosas rojas, un arreglo de 50 rosas rojas no es lindo (no!, no importa el precio!)


Las mujeres somos menos complicadas de lo que creen, generalmente comentamos (y lo hacemos insistentemente) lo que nos gusta… ahora entienden porque siempre nos quejamos de que JAMAS nos ponen atención?!!!.

(Bienvenida cualquier experiencia tétrica, recuerden que es por el bienestar de nuestra especie)

Independencia

Hoy, después de varios meses de no subir un solo post (y miren que siempre tengo algo que decir!!!), me puse a meditar acerca de la independencia. Y no, no tiene nada que ver con los adornitos tricolores y brillantes que llenan la ciudad en este llamado “Mes Patrio”, sino a la independencia que uno como ser humano debe perseguir (o al menos eso es lo que dice la gente ociosa y criticona).

Hace 6 años (nada mas sin hacer cuentas por favor), esta rata decidió que era un buen momento para tomar sus maletas y volar del nido… y literalmente, volé del otro lado del mundo a perseguir la tan ansiada “independencia”, la cual aun era mantenida por mamá y papá (valiente independencia!!!). Hoy me encuentro en mi propio hogar, con mi propia camita (no tuve que pepenarla!!!) y por supuesto mi propio tiradero. A veces comparto estos 91 metros cuadrados de independencia con el que se dice ser mi hermano mayor (quienes lo conocen saben de que hablo) y en conjunto hemos descubierto lo siguiente:

1. La Generación espontánea NO EXISTE: Se supone que esto ya lo sabemos porque lo aprendimos en algún punto entre la primaria, la secundaria o la preparatoria (no he logrado recordar el momento exacto), sin embargo fue comprobado cuando por primera vez abrí el refrigerador esperando encontrar algo de desayunar y lo único que encontré fue un contenedor de unicel, con “algunas verduritas que sobraron del sushi” (citando a mi hermano, quien piensa que dos pedazos de zanahoria son “algunas verduritas”). Acto seguido me pregunte ¿Y como demonios el refrigerador en casa de mis papás siempre esta lleno?.

Respuesta: Las cosas no “aparecen”, deben ser adquiridas en un lugar que se llama supermercado, y con algo que le dicen dinero. (También puedes adquirir algo mas que alimentos, pero eso es un poco mas avanzado)

2. La Lavadora es tu amiga: Para mi siempre hubo un gran misterio: La Gran Caja blanca que hacia ruido y con la cual mi mamá convivía varias horas de la semana. La buena noticia: no muerde, la mala: no es tan sencillo como “solo apretar un botón” (Maldita mercadotecnia!!!). Uno empieza dividiendo la ropa en: blanca, negra y “de color”, pero mi hermano hizo una reflexión interesante: “Y mi camisa blanca con rayas negras ¿donde va?” (UUUUUUUUUUUPS).

Respuesta: La tintorería es tu MEJOR amiga.

3. Todo Cuesta: Para quien aun esté considerando en salirse de la seguridad del hogar, debo advertir que el agua, la luz, el gas, el teléfono, Internet, televisión por cable y demás bellezas de la tecnología cuestan y deben pagarse A TIEMPO. (Creanme, hay gente que aun piensa que esas cosas ya vienen incluidas con la decisión de “independizarse”). Generalmente uno aprende esta difícil lección cuando la tele no prende, el agua sale fría y no puedes entrar a Facebook porque no hay Internet (Uno aprende mas rápido cuando todo esto sucede al mismo tiempo… se imaginan lo que es vivir sin Facebook?!!!)

4. Blancos: Entiendase por blancos por esta ocasión: Sabanas y toallas. La regla dice: Las sabanas y toallas deben ser lavadas al menos una vez a la semana. Reflexión del hombre de la casa: “¿Porqué debo lavar la toalla si cuando salgo de bañarme estoy limpio?”.

Respuesta de mi mamá: No sean puercos!!!. (Si alguien tiene una respuesta mas confiable, URGE la comunique a este blog).

5. Gritar no es igual a buscar:

Hace seis años: “Mamáaaaaaaaaaaaaaaaaaa no encuentro mis lentes” y los lentes aparecen 5 minutos después ¿no es lindo?.

Hoy: Hace seis años que no encuentro mis lentes.

6. Para concluir (antes de que esto sea un libro gracias a mi frustración):

Hace seis años: Viernes y sábado de fiesta, Domingo de dormir.

Hoy: Viernes de trafico, sábado de reflexión y Domingo de: Planchar, lavar, trapear, sacudir, doblar, colgar… WTF?!!! A que hora pretenden que escriba un post?

(Respuesta: Domingo 4:10AM)

(Nota mental: ¿Es normal que esté feliz con la dichosa “Independencia”?)